Mejorar la gestión ambiental está al alcance de cualquier empresa y de cualquier oficina
La sostenibilidad es mucho más que un mensaje comercial. Una muestra de ello es que las empresas no sólo van reduciendo sus propios niveles de contaminación y consumo energético, sino que piden a sus proveedores el mismo nivel de compromiso. Los planes de responsabilidad social corporativa de las empresas de servicios tienen que adaptarse a estas nuevas exigencias.

Cada vez más empresas de servicios empiezan a medir su impacto ambiental. Algunas no están obligadas por ley, sino por la fuerza de la demanda. “Estos gestos nos hacen pensar que vamos hacia una mejor gestión de los recursos en nuestra sociedad. El compliance ayuda, pero no es suficiente”, explica Mar Robles, responsable de medio ambiente en GreeMko.
Esta tendencia hacia una gestión ambiental responsable es patente, por ejemplo, en las firmas de abogados. Un conocido despacho decidió usar papel de menor gramaje, y afirma haber reducido su huella de carbono en unos 650 kilos de CO2 al año. Las mejoras que incluyen en sus reportes van desde lo más elemental, como asegurar que todas sus bombillas son LED -más vale tarde que nunca-, a facilitar bicicletas y coches eléctricos para los empleados.
En efecto, una oficina también genera su propia huella ambiental y de carbono (consumo de agua, gas, electricidad, papel y gases refrigerantes). Puede parecer abrumador, pero -explica Jorge Portillo, CEO de GreeMko- para eso está la tecnología digital:
“Cuando las empresas descubren el cálculo automatizado, se les abre un panorama de mejoras que antes les parecían inasequibles”.
Jorge Portillo, CEO de GreeMko.
Para llevar el control de esos datos, poder gestionar el consumo y calcular la huella de carbono no hace falta dedicar mucho tiempo. El software de GreeMko lo hace de forma automática, rápida y sencilla.
Una de las medidas más comunes y sencillas para reducir la huella de carbono de una empresa es cambiar a un proveedor que suministre energía renovable. Mar Robles comenta este gesto:
“Puede tener un gran efecto en las comercializadoras. Si cada vez más empresas demandan energía renovable, el mix energético tendrá que cambiar hacia uno más descarbonizado”.
Mar Robles, responsable de medio ambiente en GreeMko.